Un trabajador asesinado por la dictadura.
Los días de hoy 24 y mañana 25 de agosto, serán velados en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de la Provincia de El Loa, en Calama, los restos de Armando del Carmen Castro Contreras asesinado por la caravana de la muerte conformada por militares del Ejercito de Chile durante la dictadura cívico miltar.
El Día 21 de septiembre de 1973, Armando fue baleado por los militares en el patio de su casa. Fue llevado al policlínico de San Pedro de Atacama y, debido a la gravedad de su estado, trasladado esa misma noche al hospital Roy H. Glover de Chuquicamata.
A consecuencia de los disparos recibidos, su cuerpo quedo totalmente paralizado, además sin poder hablar, ya que una de las balas perforó su garganta. Posteriormente fue ingresado al hospital de Calama, donde permaneció durante tres días, para luego ser enviado a un hospital de Santiago. Ya en la Capital no pudieron hacer nada para recuperarlo y estuvo hospitalizado por varios días en absoluta soledad. Un familiar se enteró de lo sucedido y lo retiró de ese centro asistencial trasladándolo a la ciudad de Ovalle, su lugar de nacimiento, donde permaneció por durante varios meses en compañía de su esposa.
El día 6 de marzo de 1974, Armando Castro solicitó volver a Calama para estar con sus hijos, haciendo el viaje en una ambulancia hasta el hospital de esta ciudad, falleciendo el día 11 de marzo de ese mismo año, producto de las secuelas de las heridas que nunca pudo recuperar.
Su cuerpo fue llevado a San Pedro de Atacama cumpliendo así su ultima voluntad, ya que deseaba que sus huesos descansaran en el norte grande. Con la ayuda del padre Gustavo Le Paige, Armando fue sepultado en esa localidad.
Su esposa Berta Mamani Condori y sus hijos Carlos Castro Mamani, Janete Castro Mamani y Leoner Castro Mamani, después de muchos años de pedir justicia, lograron que sus restos fueran exhumados el año 2016 para establecer fehacientemente la causa de su muerte. La causa nalmente determinada es que efectivamente su muerte fue producto de las heridas de bala recibidas aquel fatídico 21 de septiembre de 1973, día en que fue baleado por militares de la Caravana de la Muerte.