Nelson Quichillao, a seis años de su asesinato a manos de fuerzas represivas del Estado de Chile.
Nelson Quichillao López era un trabajador subcontratado de la minería del cobre, socio del Sindicato Nº2 de la empresa Geovita, afiliado a la Federación de Sindicatos El Salvador y a la Confederación de Trabajadores del Cobre.
En julio de 2015, Nelson se manifestaba junto a sus compañeras y compañeros en el campamento minero de El Salvador (Chile), por la renovación, ampliación y mejoramiento del Acuerdo Marco entre la Confederación de Trabajadores del Cobre y Codelco. Es en ese contexto, que las autoridades políticas del momento tomaron la determinación de reprimir la movilización de las y los trabajadores contratistas y subcontratistas del cobre, desatando así, sobre ellas y ellos, una acción criminal llevada a cabo por Fuerzas Especiales de Carabineros durante la madrugada del 24.
Esta acción de criminal represión, que se desarrolló de manera planificada y clandestina, dejó a compañeras y compañeros heridos, y a Nelson Quichillao, nuestro compañero, muerto de un disparo.
Desde que ocurrió su asesinato, en la madrugada del 24 de julio de 2015, y a pesar de todas las acciones legales y de denuncia emprendidas por la Confederación de Trabajadores del Cobre, en conjunto con la familia de Nelson Quichillao, ante el Juzgado de Garantía de Diego de Almagro, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el Relator Encargado Especial de la Organización de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Libertad de Reunión y Asociación, la Organización Internacional del Trabajo, y la denuncia realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en contra del Estado de Chile, por no investigar adecuadamente la muerte de Nelson a manos de Carabineros de Chile, por vulnerar el derecho a la verdad, a la justicia, a la integridad física, y, en definitiva, el derecho a la vida de Nelson Quichillao, el asesinato de nuestro compañero sigue impune.
Hoy, el Estado de Chile, y habiendo ya transcurrido el plazo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le impusiera, para informar en detalle los antecedentes del crimen cometido en contra de Nelson Quichillao, no ha respondido y ha guardado absoluto silencio.
Hoy, a seis años de su asesinato a manos de fuerzas represivas del Estado de Chile, la Confederación de Trabajadores del Cobre reafirmamos nuestro compromiso: no descansaremos, hasta encontrar verdad y justicia, para nuestro compañero Nelson Quichillao, y con ello también, en parte, para todo el movimiento obrero. Hasta que la dignidad se haga costumbre.