Iquique: a 114 años de la masacre en la Escuela Santa María.
Como todos los años, y con la participación de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), representada por Francisco Cabezas, Presidente de la Federación Minera del Norte y Director Nacional Encargado Jurídico de la CTC, el martes 21 de diciembre se conmemoraron 114 años de la masacre en la Escuela Santa María de Iquique (actual Liceo Bicentenario Santa María).
El acto, como ya es tradición, se realizó a un costado de la escuela, en la esquina de Amunátegui con Sargento Aldea, lugar donde se encuentra emplazado el monolito que recuerda el triste y masivo asesinato de trabajadores pampinos (obreros del salitre, que se movilizaron en protesta por mejores condiciones laborales y de vida) y sus familias a manos del Ejército y la Marina de Chile.
En la ocasión, y como única oradora, se dirigió a las y los presentes la Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Iquique, Esmeralda Contreras, quien, luego de hacer un relato de los acontecimientos ocurridos aquel fatídico 21 de diciembre de 1907, se refirió a las demandas de las y los trabajadores en la actualidad que, dicho sea de paso, tienen una característica y fondo en común con la referida en esta conmemoración: la intromisión y voracidad del capital, y la necesidad de justicia y dignidad de quienes -en la práctica- generan las riquezas (las y los trabajadores), destacando que “Somos parte de la clase trabajadora, no deseamos que sea el capital el que siga determinando los destinos del mundo, aspiramos a la construcción de una sociedad digna y justa en dónde todos los ciudadanos tengamos los mismos deberes y derechos”.
- Durante el acto, cade señalar, participaron vecinas y vecinos del sector de la Escuela Santa María, como también dirigentes y exponentes culturales de la zona que permanentemente se esfuerzan y encargan de mantener la memoria viva. Estuvieron, entre otras y otros, el Consejero Regional y Dirigente del Colegio de Profesores de Iquique, Pedro Cisternas; el Antropólogo y Encargado de la Casa Municipal de la Cultura , Diego Zarricueta; la Dirigenta vecinal Silvia Prieto, quien además trabaja activamente en la creación de lo que será el Museo de la Escuela Santa María; también estuvieron Héctor Callasaya junto a Arline Oro, quienes rindieron honores a las y los asesinados en la masacre con el tradicional “Cachimbo de Tarapacá”; y finalmente la Comparsa Los Jach’a.
Por su parte, el Presidente de la Federación Minera del Norte y Director Nacional Encargado Jurídico de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Francisco Cabezas, destacó como año tras año vecinas y vecinos, y la comunidad en general, se reúnen y organizan actividades no solo con la idea de mantener viva la memoria, sino que también con la idea de mantener una cohesión en torno a la identidad de clase (de clase trabajadora), recordando que las demandas de ayer son prácticamente las mismas demandas de hoy, y que si estas siguen siendo las mismas es porque, en realidad, no mucho ha cambiado en cuanto a la necesidad de justicia y dignidad de las personas. Finalmente, Francisco Cabezas, junto con manifestar el permanente compromiso de la CTC con la historia y memoria del movimiento obrero, reivindicó las demandas del pueblo trabajador de Chile en la actualidad, señalando que “Hoy, cuando la historia comienza a cambiar, cuando por primera vez se está escribiendo una nueva constitución con la participación y representación del pueblo y sus naciones, nuestras esperanzas también están puestas en lo que a todas luces parece ser un nuevo período que podría marcar un mejor destino para las personas y los trabajadores del país”, recalcando que “[hoy] no es momento de quedarse, no es momento de solo observar, sino que es un momento en que todas y todos debemos tomar la iniciativa y empujar para que los cambios por los que tanto hemos luchado, desde la época de salitre, pasando por la del carbón, en fin, de toda la historia, se hagan realidad, por el bien nuestro como trabajadoras y trabajadores y el de las generaciones venideras”.
A continuación dejamos el texto íntegro del saludo entregado por la Confederación de Trabajadores del Cobre, saludo que fue leído durante el transcurso del acto de conmemoración a 114 años de la masacre en la Escuela Santa María de Iquique.
SALUDO DE LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEL COBRE EN EL 114 ANVERSARIO DE LA MASACRE DE LA ESCUELA SANTA MARÍA DE IQUIQUE.
Queridas compañeras, queridos compañeros:
Salvo escasas excepciones en la Historia de Chile, ha sido la tónica de los gobiernos entender los movimientos sociales como actos delictuales, atentatorios contra el orden público y destructores de la paz social, y bajo ese criterio enfrentarlos con la fuerza de las armas y con el más brutal rigor policial y militar. El objetivo es simple y recurrente: someter al pueblo, entendiendo que un pueblo sometido es fácil de gobernar y no representa un peligro para los intereses de los dueños del dinero y del poder.
Sin contar con los tres siglos de brutalidad del imperio español contra los pueblos originarios, en los dos siglos de independencia, o de vida republicana, como se le suele llamar, miles de trabajadores, hombres y mujeres de todas las edades y condiciones, han sido víctimas del Estado y sus aparatos represivos. Huelgas laborales, protestas estudiantiles y poblacionales, alzamientos populares, marchas y todo tipo de manifestaciones sociales contra injustas condiciones de trabajo y de vida, han sido reprimidas salvajemente, en una lógica de muerte que se repite insistentemente y que, en última instancia, constituye el mayor obstáculo para el desarrollo y la evolución de toda la humanidad.
Mientras la Historia oficial nos habla de la Patria, de valores nacionales, de chilenidad, de héroes uniformados y de glorias militares, la Historia real está manchada de sangre obrera, de genocidio, de tortura, de cárcel, de exilio, de desaparecimientos forzosos. Crímenes de lesa humanidad que en la gran mayoría de los casos quedaron para siempre en la más vergonzosa impunidad.
En esta Historia de crimen y terrorismo de Estado, los mineros del salitre fueron protagonistas de episodios de lucha y represión especialmente brutales, y tal vez la mayor demostración de ello fue la masacre de la Escuela Santa María de Iquique. 114 años han transcurrido desde aquel 21 de diciembre de 1907, y el recuerdo permanece vivo en la memoria del pueblo a pesar de todos los esfuerzos de la Historia oficial para ocultarlo y hacerlo invisible a las generaciones posteriores.
Pero a pesar de esta Historia sangrienta, los movimientos sociales no se detienen. Se adormecen a veces, pero luego surgen con más fuerza, y así es como el pueblo logra avanzar y conquistar legítimos derechos. Así es como los recientes movimientos populares lograron, por primera vez en doscientos años, el derecho de construir una nueva Constitución, que ahora tendrá un origen auténticamente democrático. Al mismo tiempo, elegir un nuevo gobierno que tendrá que marcar una diferencia sustantiva con el orden neoliberal vigente, derribar las columnas vertebrales del modelo inhumano que nos oprime, y hacer realidad las aspiraciones más justas y legítimas del pueblo.
Como Confederación de Trabajadores del Cobre saludamos y rendimos nuestro sincero homenaje a los luchadores, hombres y mujeres de la pampa, que cayeron en este lugar bajo las balas asesinas de las Fuerzas Armadas de Chile y las políticas antisociales de Estado.
¡Honor y gloria a los hombres y mujeres que han entregado su vida en la lucha, y a los trabajadoras y trabajadores organizados que siguen luchando, incansablemente, para construir un futuro de dignidad y justicia social para Chile y su pueblo!