Nelson Quichillao: homenajes a ocho años de su asesinato.
Nelson Quichillao López era un trabajador subcontratado de la minería del cobre, socio del Sindicato Nº2 de Geovita, afiliado a la Federación de Sindicatos El Salvador (FESAL) que es federación de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) en la Región de Atacama.
El año 2015, Nelson se manifestaba junto a sus compañeras y compañeros de trabajo en el campamento Minero de El Salvador por la renovación, ampliación y mejora del Acuerdo Marco entre la CTC, Agema y Codelco. Las autoridades del momento tomaron la decisión de reprimir la movilización nacional de las y los trabajadores contratistas y subcontratistas de la minería del cobre, desatando así, particularmente en el campamento minero de El Salvador, una criminal represión llevada a cabo por Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile en la madrugada del 24 de julio. Dicha acción, realizada de manera planificada y clandestina, dejó a muchos trabajadores heridos y a Nelson Quichillao muerto de un disparo.
A ocho años, el asesinato de nuestro compañero sigue impune.
Desde que ocurrió su asesinato, y a pesar de todas las acciones legales y de denuncia emprendidas por la Confederación de Trabajadores del Cobre, en conjunto con la propia familia de Nelson Quichillao, sea ante el Juzgado de Garantía de Diego de Almagro, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el Relator Encargado Especial de la Organización de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Libertad de Reunión y Asociación, la Organización Internacional del Trabajo, y la denuncia realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en contra del Estado de Chile, por no investigar adecuadamente la muerte de Nelson a manos de Carabineros de Chile, por vulnerar el derecho a la verdad, a la justicia, a la integridad física, y, en definitiva, el derecho a la vida de Nelson Quichillao, el asesinato de nuestro compañero sigue impune.
Hoy, el Estado de Chile, y habiendo transcurrido los plazos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le impusiera para informar en detalle los antecedentes del crimen cometido en contra de Nelson Quichillao, no ha respondido y ha guardado absoluto silencio.
Hoy, a ocho de su asesinato a manos de fuerzas represivas del Estado de Chile, la Confederación de Trabajadores del Cobre reafirma su compromiso de no descanso, por verdad y justicia para nuestro compañero Nelson Quichillao, y con ello en parte también para el movimiento obrero y la clase trabajadora.
Homenajes.
En Calama, el lunes 24 de julio, y en dependencias de la Central Unitaria de Trabajadores El Loa, la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Minería y Organizaciones afines de la II región (FESITRAM), que es federación de la CTC en la región de Antofagasta, llevó a cabo un acto y responso en conmemoración de un aniversario más del asesinato de Nelson Quichillao. En la oportunidad, Juan Galindo, Presidente de la FESITRAM y Director Nacional de la CTC, destacó la figura de Nelson como un ejemplo de trabajador sindicalmente activo, plenamente consciente de las necesidades de todas y todos los trabajadores, especialmente de sus compañeras y compañeros subcontratados del cobre. Solidario con los suyos, y en esa condición es que durante el 2015 participó activamente de la organización y movilización en El Salvador, a propósito de la movilización nacional de la CTC en demanda por la renovación y mejora del Acuerdo Marco con Agema y Codelco. El Presidente de la FESITRAM recalcó el hecho de que a ocho años de su asesinato a manos de fuerzas represivas del Estado, aún no hay justicia para Nelson, y esto no porque la CTC no ha hecho todo lo que está a su alcance —insistió Galindo— sino porque básicamente la justicia a instancias nacionales decidió no perseverar en la investigación. Por otro lado, continuó el director nacional de la CTC, y ya en instancias internacionales, el avance de causas es mas bien lento, que se suma además a la bajísima colaboración de nuestro país para que dicho proceso avance. Para finalizar, Juan Galindo reafirmó el compromiso de la CTC con la verdad y justicia para Nelson Quichillao, como también con su memoria.
En El Salvador, campamento minero en donde ocurrió su crimen en 2015, la Federación de Sindicatos El Salvador (FESAL) en conjunto con la Federación de Trabajadores Contratistas MantoVerde (FESAMAV), ambas federaciones de la CTC en la región de Atacama, realizaron actividades de conmemoración que incluyeron (el domingo 23) trabajos de mantención y arborización del memorial a Nelson Quichillao, como también un acto conmemorativo. En tanto el lunes 24, y en horas de la tarde, se realizó una emotiva velatón en su memoria, justamente en el memorial levantado y emplazado por la CTC en dicho campamento.
En la oportunidad, el acto partió con una presentación musical a cargo del profesor Juan Díaz Miranda, de nombre artístico “Norche”, y cuya música e interpretaciones hemos conocido en más de alguna versión del Festival Nelson en la memoria. También hubo una presentación del conjunto “Renacer de Tradiciones”, que interpretaron algunos pies de cuecas a cargo de Krishna Balcázar y Abraham Sepúlveda. Ambos, cabe destacar, son los actuales campeones de cueca de la región de Atacama. Mas tarde vino la presentación de Cristian Barahona (“El Patriota”), cantautor local y que también nos ha acompañado en los Festivales Nelson en la memoria.
El acto central estuvo a cargo de la Presidenta de la CTC, Ana Lamas Aguirre, quien ofreció unas palabras a las y los asistentes y recordó a Nelson Quichillao como un trabajador honesto y responsable, “que se ganó siempre el amor de su familia y el cariño de sus compañeros de trabajo, y que siendo como era, amante de la justicia y con un alto sentido de solidaridad de clase, no dudó en incorporarse al movimiento de los trabajadores contratistas del cobre y a las luchas en demanda de mejores y más justas condiciones de vida y de trabajo”, agregando que “en el marco de esas movilizaciones [Nelson] cae aquel 24 de julio de 2015, como luchador decidido y consecuente, víctima de un Estado represivo que criminaliza la protesta social y que no duda en aplastar brutal y criminalmente toda señal de rebeldía contra las injusticias del sistema”. Continuando con sus palabras, la Presidenta de la CTC y de la FESAL, recordó que “este octavo aniversario lo conmemoramos en el marco de los cincuenta años del golpe cívico militar, una fecha dolorosa que marca un quiebre profundo y brutal en nuestra democracia”, señalando que “el día 11 de septiembre se extendió en nuestro país el odio, la brutalidad, la represión y una crueldad nunca vista. Nuestros compañeros y compañeras fueron ejecutadas y detenidas desaparecidas, ellos y ellas fueron víctimas de políticas represivas de exterminio y sus muertes siguen en la impunidad, pero nosotros no los olvidamos. Honor y gloria, para ellos y ellas, luchadores sociales comprometidas con la clase trabajadora”.
Sobre el asesinato de Nelson, Ana Lamas indicó que “han transcurrido ocho años, la justicia ha cerrado ojos y oídos y, pese a todas las gestiones que como organización sindical hemos hecho a nivel nacional e internacional, el criminal sigue libre y los responsables en la impunidad”, añadiendo que “el recuerdo y el ejemplo de Nelson, y de tantos otros y otras luchadoras sociales y sindicales, debe estar presente y guiarnos para continuar el camino en la conquista de los derechos humanos, laborales, políticos y sociales que el sistema nos niega”.
Para concluir, la Presidenta de la CTC, alertó que “enfrentamos momentos complejos, con avances insospechados y preocupantes de una ultra derecha con un proyecto político profundamente conservador y al servicio de los poderosos, dueños del capital”, advirtiendo que s”sabemos por experiencias pasadas y actuales que se avecinan tiempos complejos y difíciles para nuestra clase. La avaricia y la codicia de los dueños del capital no tienen limites y sus riquezas las van a tratar de incrementar a costa de nosotros los trabajadores y trabajadoras(…) (…) por lo que mas que nunca debemos estar alerta, estar unidos y unidas. Debemos entender que solo la organización, la unidad y el trabajo colectivo y permanente de organización de nuestra clase, es la muralla que debemos construir ladrillo a ladrillo para detener los intentos de negar nuestros derechos dolorosamente conquistados”.
Finalmente, y para cerrar sus palabras, Ana Lamas Aguirre afirmó que “tenemos la plena convicción de que, sin verdad, sin justicia y sin memoria no se puede construir una real democracia ni la sociedad que tanto anhelamos para las actuales y futuras generaciones. Seguiremos luchando por un Chile respetuoso de los Derechos Humanos, por una Ley Laboral justa, que elimine el subcontrato y que contemple el derecho a la negociación colectiva ramal y la huelga efectiva, por educación, salud y previsión públicas, por un Estado democrático, sin represión, sin muertes, sin abusos, sin impunidad, por un país donde la dignidad se haga costumbre. Lo haremos con la fuerza que nos entregan la memoria eterna de Nelson Quichillao López y de tantos chilenos y chilenas que dieron su vida por el bienestar de las nuevas generaciones. Por Nelson Quichillao y por todas las luchadoras y luchadores sociales, por la Unidad del movimiento sindical, por las trabajadoras y trabajadores de Chile, por un Chile justo, solidario y digno, arriba los y las que luchan y jamás se rinden”, concluyó.